De la mano de Dismovil, distribuidor en exclusiva del TerrainHopper, este verano hemos tenido la oportunidad de probar uno de los vehículos todo terreno más radicales al que nos hemos subido hasta el momento. Y decimos vehículo porque aunque su diseño se ha orientado hacia usuarios con movilidad reducida, no estamos ante una silla de ruedas. Y eso hace que sus capacidades todo terreno estén muy por encima de la media.
Antes de entrar en nuestras impresiones, vamos a detallar en qué consiste el TerrainHopper. De fabricación inglesa, estamos ante un vehículo todo terreno que nos permite circular por terrenos realmente complicados y disfrutar de la naturaleza o actividades de ocio al aire libre al máximo. Prueba de sus capacidades, es que tenemos una altura libre del chasis al suelo de nada menos que 25 cm y una capacidad de subida de pendientes con una inclinación de 35º y 45º en bajada. ¿Impresionante verdad?. Terrenos incluso como arena de playa o nieve son fácilmente franqueables para el TerrainHopper.
Pero no menos importante, nos han parecido sus opciones de personalización en cuanto a mandos de conducción. Aunque de serie el TerrainHopper se maneja con un manillar, opcionalmente se puede manejar con joystick lo cual permite que cualquier persona pueda disfrutar de este vehículo sin problema. Además existen multitud de opciones de personalización para adecuarse al máximo a cada usuario.
El TerrainHopper se ofrece en 3 versiones:
- Overlander 4ZS: Se trata del modelo original, con tracción a las 4 ruedas y una capacidad de carga de usuarios hasta 127 Kg
- Overlander 4ZX: La versión más potente. Capaz de soportar usuarios de hasta 190 Kg y con una programación de motores que permite picos de 3000W
- Overlander Mini: La versión de dimensiones reducidas para niños o usuarios de talla pequeña