El pasado mes de septiembre, durante tuvimos la oportunidad de probar el primer prototipo del Genny, un Segway adaptado de fabricación italiana. La prueba no pudo ser más satisfactoria, ya que nos quedamos muy impresionados de su estabilidad y las sensaciones de seguridad que nos dio a pesar de estar haciendo equilibrio sobre solo dos ruedas.
No habíamos publicado nada de esta prueba porque queríamos probarlo un poco más a fondo. Y que mejor ocasión para probarlo de nuevo cuando por fin, el Genny lo podemos comprar en España.
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Como decíamos antes, el Genny de manera muy resumida podríamos decir que es un Segway adaptado para ser manejado desde la posición de sentado. Se trata de un vehículo unipersonal con tan solo dos ruedas y un complejo sistema de estabilización que mantiene el equilibrio por nosotros en todo momento. Gracias a diversos sensores y giróscopos se mantiene sobre sus dos ruedas con una sensación de seguridad increíble como veremos más adelante.
Otra de sus grandes ventajas es que nos permite tener las manos con una libertada muy alejada de lo que estamos acostumbrados los usuarios de silla de ruedas. El avance y retroceso lo controlamos con nuestro cuerpo simplemente inclinándonos. Y para girar tan solo nos tenemos que apoyar ligeramente en su manillar con cualquiera de las dos manos. Este punto, unido a que se adapta a cualquier tipo de terreno, hace que su concepto sea muy especial.
Nada más ver el nuevo Genny en España, lo primero que nos llamó la atención es su carrozado. También han añadido unos pequeños laterales de sujeción para nuestras piernas, para aquellas personas que no las puedan sujetar bien. Algo que llama la atención, es que se ha cuidado el nivel estético al máximo en todo tipo de detalles.
Lo primero que nos gustó es su respaldo modular Tarta. El diseño es muy atractivo a la vista, pero su funcionamiento es todavía mejor. Tiene un confort buenísimo. Como dice el fabricante, el respaldo Tarta es esencialmente un tórax dotado de unas vértebras centrales que imitan a la columna vertebral de una persona. La forma y las dimensiones de esas vértebras pueden hacerse a medida, y llevan unidos travesaños de aluminio o acero al carbono que se adaptan al cuerpo del usuario. Cuando te sientas y te apoyas, las sensaciones recuerdan a las sillas de oficina ergonómicas de gama alta, con un sistema de muelle que permite realizar movimientos al usuario manteniendo en todo momento una sujeción estupenda. Este respaldo unido al cojín que lleva instalado hay que reconocer que hizo que nos sintiéramos con una comodidad tremenda.
La otra gran novedad que nos dejó con la boca abierta es un nuevo sistema de caballetes de funcionamiento eléctrico. Cuando paramos el Genny, antes de desconectar el sistema de equilibrio deberemos sacar los caballetes para que el sistema quede totalmente seguro y podamos hacer la transferencia a nuestra silla. En el prototipo que probamos en Alemania, el accionamiento para sacar estos caballetes era eléctrico. Ahora sin embargo lleva un sistema eléctrico para desplegarlos que nos ha parecido un gran avance.
Mediante una botonera, donde de nuevo podemos ver que el apartado estético está cuidadísimo, con tan solo pulsar los dos botones de manera consecutiva sacaremos los caballetes. Esta botonera en la parte superior tiene un indicador del nivel de carga del sistema de caballetes, ya que lleva una batería independiente del sistema central. A nivel de seguridad se cuenta con un par de detalles muy importantes. El primero, es que los caballetes se ajustan al piso. Es decir, no hay ningún problema en desplegarlos cuando estamos parados en una rampa inclinada, ya que los caballetes saldrán lo necesario para dejar el Genny totalmente seguro manteniendo su posición horizontal.
El otro detalle importantísimo es que los caballetes siempre se pueden sacar de manera manual y además de forma sumamente sencilla. Como se puede apreciar en las fotografías, el Genny cuenta con unos agarraderos para sujetarnos en una transferencia o cuando lo necesitemos. Pues bien, estos agarraderos se abaten hacia los lados, y cuando se realiza esta maniobra automáticamente los caballetes se despliegan.
Como único detalle negativo tras hablar con algunos usuarios que también lo han probado, destacaremos su altura de asiento. Hay que reconocer que es un poco más alto que la mayoría de las sillas, lo cual dificulta la transferencia de ciertos usuarios. Pero también es cierto que debido a las reducidas dimensiones del Genny, y las posibilidades que dan los agarraderos, con un poco de tiempo y maña es algo que al final cualquier usuario terminará dominando. Prueba de ello, es que en Alemania coincidimos en el hotel donde nos alojábamos con la gente de Genny que lo usaba para su vida diaria. Y pudimos comprobar de primera mano como alguna chica realizaba las transferencias sin ningún tipo de problema.
Sin desmerecer el sistema de caballetes, que nos parece una pasada, lo bueno realmente es cuando el Genny empieza a funcionar. Lo primero que llama la atención es cuando te dicen: “ya estás sobre dos ruedas, haciendo equilibrio”. Hay que reconocer que en un primer momento tienes una sensación de miedo/respeto hasta que ves cómo reacciona el aparato. Con solo inclinar un poco el tronco hacia delante, el Genny comienza a avanzar suavemente. Para frenarlo nos apoyamos hacia atrás en el respaldo, y del mismo modo se frena. En cuanto realizamos esta maniobra unas cuantas veces ya tenemos una sensación de seguridad enorme. Si queremos ir más rápido, simplemente inclinaremos hacia delante más nuestro cuerpo. Es decir, todo el movimiento del Genny lo hacemos con nuestro cuerpo y su posición. No lleva ningún tipo de joystick o mando para manejar el sentido de la marcha o frenado. El respaldo, a pesar de que no es muy alto envuelve muchísimo y nos ha dado una seguridad tremenda (y eso que yo personalmente me ato a la silla con un cinturón, y con el Genny no llevaba ningún tipo de cinturón). Los giros se hacen con el manillar. Haciendo una ligera fuerza hacia los lados giraremos sin ningún tipo de problema.
Pero lo mejor sin duda ha sido probarlo bajando una cuesta con cierta inclinación. Eso era justo lo que nos había quedado pendiente de probar en Alemania. Y teníamos muchísima curiosidad. ¿Se lanzaría mucho por la cuesta?, ¿se inclinaría?, ¿podríamos frenarlo bien en medio de la cuesta?. Eran muchas las preguntas que nos hacíamos y de nuevo ciertos temores pasaban por nuestra cabeza. Aunque lo cierto es que una frase nos dejó bastante sorprendidos: “no te preocupes lo más mínimo, el Genny se va a comportar exactamente igual que en liso, y mantendrá en todo momento tu posición horizontal”. Y vaya que sí es cierto!. Nada más empezar a bajar la cuesta, que además tenía un desnivel horizontal comprobamos que el Genny ni se lanza, ni pierde en ningún momento nuestra posición horizontal. Es realmente IMPRESIONANTE. Sí que es cierto, que cuando la cuesta es muy inclinada, tenemos que apoyarnos más fuerte en el respaldo para ir despacio, o llegar a pararlo si queremos, pero la sensación en todo momento es inmejorable. Para subir la rampa, del mismo modo tenemos que echar nuestro cuerpo más hacia delante, pero no hay más diferencias
También probamos a pasar ciertos obstáculos, como un raíl de una puerta de garaje de una altura considerable. Al igual que con la rampa, el resultado nos pareció magnífico. Tan solo lo debemos pasar con cierta decisión y prácticamente ni lo notamos.
No esperábamos quedarnos tan sorprendidos con este producto, ya que con nuestra discapacidad pensábamos que era prácticamente imposible que lo pudiéramos llevar. Pero no solo lo hemos podido llevar en liso, sino que hemos bajado y subido desniveles que con la silla nos hubiera costado o incluso alguno no hubiéramos podido hacer. Por lo tanto, si una persona con gran afectación de movilidad en el tronco superior ha podido realizar estas maniobras, imaginar lo que puede hacer alguien con el tren superior en buenas condiciones. ¡Solo tenéis que ver los videos para comprobarlo!
Os mostramos también unos videos interesantes de cómo una persona desde su silla puede guardar el Genny en el maletero de un coche sin grandes complicaciones.
Por último, como muchos me preguntaréis, os adelanto que el precio del producto ronda los 15.000 y pico euros + IVA. Es quizá la mayor desventaja, su elevado precio. Pero desde luego tecnológicamente a día de hoy no hay nada que lo supere.
[…] hace unas semanas en Dusseldorf. Se trata de una evolución del Genny 2.0 del que ya os hablamos AQUÍ, pero con nuevos avances tecnológicos y un nuevo diseño que supera a su predecesor, cuyo aspecto […]