Probamos una de las mejores sillas ultraligeras del mercado, la Kuschall KSL
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Hace dos años nos presentaron en Rehacare una de las sillas que más nos ha llamado la atención por lo que supuso su lanzamiento. Fueron varios los motivos. El primero es que la procedencia de la silla venía de una de las marcas más reconocidas del sector, Kuschall. Por aquel entonces echábamos de menos que grandes marcas sacaran una verdadera silla ultraligera, ya que quien quería tener una silla muy ligera tenía que optar por marcas que por desgracia en España al menos no tienen la misma facilidad para hacer un pedido o un servicio postventa comparable a las grandes marcas. Pero nuestra sorpresa fue al levantar la silla. El prototipo que se presentó allí tenía un chasis que tan solo pesaba 3.5 kg tal cual lo podéis ver en las fotos. Peso comprobado por nosotros que llevábamos una báscula de precisión. Si a eso le sumábamos las preciosas ruedas de carbono que llevaba con un peso de 1 kg cada una, estábamos ante una silla completa de tan solo 5.5 avalada por una marca con una trayectoria muy reconocida. Es decir, por fin una gran marca daba golpe sobre la mesa en lo que se refería a sillas ultraligeras. Hemos tenido que esperar cerca de un año para que se empezase a comercializar la silla en España, llegando las primeras unidades a finales del 2009. En adaptado.es, gracias a Invacare, distribuidor de Kuschall, hemos podido contar con una unidad de prueba durante unos días que nos ha dejado muy buen sabor de boca. Lo primero que llama la atención en la silla es la calidad de sus materiales. El chasis está fabricado de aluminio, el reposapiés de titanio y el tubo de camber de carbono. Todo esto por supuesto de serie en todas las sillas. El diseño del chasis es en L. Es decir, un chasis con muy poco tubo que facilitará la tarea de guardarla en el coche. El respaldo de la unidad de prueba era fijo por lo que no se podía plegar para guardar la silla. Las primeras unidades llevaban todas este respaldo, pero hay que destacar que ahora se ofrece el respaldo abatible como standard en todas las sillas. Algo que nos llamó la atención es que a pesar de llevar respaldo fijo éste no estaba soldado al chasis. Se podía desmontar con herramientas, lo que incluso supone que mediante un kit esa silla podía pasar a tener el respaldo abatible sin ningún problema. Como decíamos anteriormente el chasis está realizado de aluminio de 30 mm de grosor. Analizando un poco más en profundidad el chasis nos ha resultado muy curioso que no lleva una barra transversal debajo de la tapicería del asiento. Esto quiere decir que los tres únicos tubos que unen transversalmente el chasis son el tubo de camber, el reposapiés y la barra del respaldo. Y sin embargo nos ha parecido una de las sillas más rígidas que hemos probado nunca. De los tubos del asiento bajan dos tubos que son los que sujetan la barra de cámber de carbono. No bajan en línea recta, sino que lo hace en ángulo lo que se traduce como veremos en una gran estabilidad de la silla. Estos tubos están soldados a los tubos del asiento y reforzados con unas escuadras que le dan más rigidez al chasis. Todo ello soldado y sin ningún tornillo. En cuanto al peso, hay que reconocer que ha engordado un poquito respecto al prototipo que vimos en Rehacare. Creemos que Kuschall finalmente no ha querido entrar en la guerra de conseguir la silla más ligera del mundo, y sin embargo ha optado más por buscar la silla más robusta con el menor peso posible. Y ha conseguido algo realmente equilibrado. En ese sentido Kuschall siempre ha sido muy cuidadosa y siempre ha buscado ofrecer sillas que den el menor número de problemas al usuario, ofreciendo sillas con la máxima rigidez posible. El chasis de nuestra unidad de prueba, con rueda de 4” de aluminio, protectores de ropa, tapicería del respaldo transpirable y frenos pesaba 5.35 kg. Aún así es un peso muy bajo, porque por ejemplo la tapicería opcional que llevaba pesa bastante comparado con una tapicería standard. Si nos vamos a intentar rebajar peso cuando definamos nuestra silla, podemos contar con un chasis en orden de marcha en torno a los 4.5 kg. Por lo tanto estamos en cifras realmente bajas aunque lejano de esos 3.5 kg que tuvimos en la primera ksl que probamos. La Kuschall KSL es una silla enfocada al usuario muy activo y con cierta experiencia en sillas. Un dato importante es que el centro de gravedad no es ajustable, y de ahí que el usuario tenga que tener cierta experiencia para poder definir correctamente este importante parámetro. Es muy importante que aquellos usuarios con menos experiencia que quieran comprar esta silla acudan a un establecimiento que tenga experiencia en sillas activas y sepan tomar medidas. Invacare ha cuidado este punto y cuenta con medios para que a partir de una prueba en una Kuschall K4 se pueda hacer el pedido de la KSL correctamente con el centro de gravedad en la medida adecuada al usuario. Con todo esto también queremos decir que no se trata de una silla ajustable, lo cual tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Si es un usuario experimentado todo serán ventajas porque pedirá una silla a su medida que jamás tendrá una holgura, un ruido o algún tipo de desajuste. La desventaja de nuevo afecta a aquellos usuarios no tan experimentados que tengan alguna duda con las medidas y una vez construida la silla no se les permita cambiar algo. Revisando la hoja de pedido vemos que se puede pedir con anchuras que van desde los 34cm a los 42cm (en incrementos de 2 cm.) y la profundidad de asiento en 37.5 cm., 40 cm. y 42.5 cm. El ángulo delantero del chasis se puede pedir en 75º y 90º. El ángulo de las ruedas traseras se puede pedir con caída de 0º, 3º y 6º. Como en todas las sillas, se puede definir la altura delantera y trasera del asiento. Así como también se puede definir la altura del respaldo. Hacer hincapié en que la Kuschall KSL ya se ofrece con respaldo plegable, algo que reclamaban muchos usuarios. Además el respaldo abatible y ajustable en ángulo se ofrece como standard sin coste adicional. La tapicería dl respaldo que probamos era el transpirable ajustable en tensión. Aunque es un poco más pesado que el standard el confort que ofrece es insuperable. También nos han gustado especialmente los frenos performance que montaba la silla de prueba. Un sistema muy interesante para unos frenos de empuje que cuando los tenemos desactivados se quedan de tal manera que es imposible que nos pillemos los dedos al impulsar la rueda. Es decir, al desactivarlos el freno se queda paralelo al tubo del asiento y cuando los activamos giran 90º. Los protectores de carbono de ropa son fijos e igualmente se ofrecen como standard en la silla. El chasis se puede pedir en diferentes colores. Como opción se permite pedir un set CPS que cambia el color de algunas partes. En concreto, estas partes son el buje de la rueda High Performance, horquillas y tapón de las horquillas. En cuanto a las sensaciones que nos ha transmitido la silla, han sido muy interesantes. Desde el primer momento, nada más coger la silla da una impresión de robustez y rigidez impresionante en relación a su bajo peso. Pero una vez que te subes a la silla se puede comprobar que incluso aunque la intentes forzar un poco no tiene la mínima flexión. Es un dato muy importante teniendo en cuenta que tiene un diseño en L. Lo siguiente que nos llamó la atención es la sensación de estabilidad y seguridad. A pesar de que la silla de prueba tenía una configuración muy activa con el centro de gravedad muy adelantado, desde un primer momento tienes una sensación de aplomo importante. Es curioso como han conseguido en una silla bastante ligera tengas una sensación de estabilidad tan grande, como si la silla pesase mucho más. Pero sin embargo en cuanto impulsas las ruedas o intentas subir un obstáculo te das cuenta de la ligereza del chasis. Por supuesto la suavidad de la silla en todas sus partes móviles está a la altura de una silla de gama alta. Los usuarios cada día tenemos más complicado la elección de una silla de chasis rígido. Sin duda alguna la Kuschall KSL debería estar en las primeras posiciones para cualquier usuario experimentado que quiera tener una silla de altísima calidad. No dudamos que vamos a estar ante una “top ventas” de la historia de las sillas de ruedas, como nos viene acostumbrando Kuschall con todas sus sillas.