En 2012 en Cataluña, un grupo de chicos con tetraplejia cumplieron el sueño de fundar, en el seno de Aspaym Catalunya, el primer equipo de Quad Rugby catalán: Quadrigas.
Todos ellos habían visto el reportaje Murderball, nombre con el que se conocía el Quad Rugby o rugby en silla de ruedas cuando se fundó en los años 70 en Canadá. Se trataba de un deporte espectacular, de contacto y muy competitivo con la particularidad de que estaba pensado específicamente para jugadores con tetraplejia.
Para muchos, como Carlos, que habían renunciado ya al deporte, se abría la posibilidad de conseguirlo: “Después de probar muchos deportes adaptados”, nos cuenta Carlos, “y tras ver el documental, intenté ponerme en contacto con compañeros tetrapléjicos para poder hacer un equipo y poder disfrutar de un deporte específico para personas con una lesión parecida a la mía. El rugby en silla es un deporte de contacto donde necesitas prepararte muy bien físicamente y dónde poco a poco vas adquiriendo fuerza, control de silla, compañerismo, volver a competir, tengas la movilidad que tengas, ya que cada jugador tiene una puntuación dependiendo de su movilidad.”