Los exoesqueletos parece que cada vez están evolucionando más. La idea futurista de ponerse un “traje” que permita caminar a personas que por algún motivo han perdido esa capacidad parece que ya es una realidad desde hace tiempo. Pero todavía queda mucho por evolucionar para que se conviertan en dispositivos totalmente prácticos y por qué no decirlo, al alcance de todo el mundo.
SuitX ha presentado recientemente su exoesqueleto Phoenix que viene a convertirse en el exoesqueleto más ligero y barato fabricado hasta el momento. Con un peso de tan solo 12,25 Kg permite que personas con movilidad reducida puedan ponerse de pie y caminar. Sin duda, un peso bastante sorprendente comparado con lo que estamos acostumbrados a ver. También parece ser uno de los exoesqueletos más discretos fabricados hasta el momento.
Gracias a un diseño modular, el exoesqueleto Phoenix está pensado para que el propio usuario pueda ponérselo y quitárselo de forma independiente, es decir, sin ningún tipo de ayuda de una tercera persona (siempre que la movilidad del usuario lo permita). Por supuesto podrá ser adaptado a la altura de cualquier persona.
Con una carga de batería, este exoesqueleto tiene una autonomía de 4 horas caminando de forma continúa, pudiendo llegar hasta 8 horas si caminamos de forma intermitente. Dependiendo de las capacidades físicas de la persona, podrá alcanzar una velocidad máxima de 0,5 metros por segundo.
Como comentábamos al principio, SuitX tiene entre sus objetivos reducir el precio de este tipo de dispositivos. SuitX tiene sus orígenes en el departamento de robótica de la Universidad de California en colaboración con el Laboratorio de Ingeniería Humana de Berkeley. La compañía ha anunciado que el Phoenix costará en torno a 40.000$. Por supuesto es un precio elevado, pero no hay que olvidar que olvidar que otros exoesqueletos se acercan a los 100.000$. Para conseguir reducir estos precios, se ha intentado también simplificar el movimiento. No se trata de un exoesqueleto que imite a la perfección el movimiento de una pierna sana. Durante su desarrollo se ha estudiado el movimiento de la rodilla humana, replicando un conjunto reducido de los movimientos que hace el cuerpo humano. De este modo se ha conseguido fabricar un exoesqueleto más simple pero perfectamente funcional como se puede apreciar en los videos. La compañía además espera poder reducir en un futuro, con la producción a gran escala, el precio de salida del Phoenix.
Algo también interesante de este exoesqueleto es que se ha diseñado pensando en poder llevarlo puesto en una silla de ruedas de manera cómoda. En nuestra opinión también es un claro guiño a que no está pensado en un sustituto de nuestra silla de ruedas, lejos de lo que muchas personas piensan. Hay que decir también que está pensado en personas con una paraplejia o un problema de movilidad que no afecte a los miembros superiores ya que se necesita que el usuario se apoye en unas muletas para poder caminar con el exoesqueleto puesto. Por lo tanto todavía hay un extenso grupo de personas con una discapacidad física que no podrán usarlo. Pero no hay duda que este dispositivo permitirá a muchas personas poder volver a dar unos pasos, bien sea para terapia o para algunas tareas de su vida cotidiana.