En 2012 en Cataluña, un grupo de chicos con tetraplejia cumplieron el sueño de fundar, en el seno de Aspaym Catalunya, el primer equipo de Quad Rugby catalán: Quadrigas.
Todos ellos habían visto el reportaje Murderball, nombre con el que se conocía el Quad Rugby o rugby en silla de ruedas cuando se fundó en los años 70 en Canadá. Se trataba de un deporte espectacular, de contacto y muy competitivo con la particularidad de que estaba pensado específicamente para jugadores con tetraplejia.
Para muchos, como Carlos, que habían renunciado ya al deporte, se abría la posibilidad de conseguirlo: “Después de probar muchos deportes adaptados”, nos cuenta Carlos, “y tras ver el documental, intenté ponerme en contacto con compañeros tetrapléjicos para poder hacer un equipo y poder disfrutar de un deporte específico para personas con una lesión parecida a la mía. El rugby en silla es un deporte de contacto donde necesitas prepararte muy bien físicamente y dónde poco a poco vas adquiriendo fuerza, control de silla, compañerismo, volver a competir, tengas la movilidad que tengas, ya que cada jugador tiene una puntuación dependiendo de su movilidad.”
Como apunta Carlos, y de igual manera que el baloncesto en silla de ruedas entre otros deportes adaptados, cada jugador que forma parte de un equipo de Quad Rugby tiene una puntuación de 0’5 puntos a 3’5 puntos según el grado de su lesión. Y el total del equipo no puede superar una puntuación de ocho puntos. Así, un jugador con una lesión más leve puntuará más, mientras que otro con una lesión más severa puntuará mucho menos. De este modo, un defensa muy bueno con una lesión muy severa será muy positivo para el equipo que puede tener un buen jugador con una puntuación muy baja. Se trata de construir un equipo equilibrado y competitivo al máximo y también de que puedan jugar jugadores con distintos grados de discapacidad. Por una razón u otra, todos son bienvenidos.
Montar el equipo no fue sencillo y, a pesar de que ellos y el equipo de la FLM de Madrid son los dos únicos del estado español, con casi dos años de vida el de Aspaym Cataluña ha logrado ya una estabilidad: entrenamientos regulares tres veces en semana en Barcelona, siete miembros para el equipo, un entrenador (David Campón) y una voluntaria (Paula Murillo). También han realizado dos stages en Francia donde han podido aprender de jugadores y equipos consolidados en un país donde el Quad Rugby lleva ya instaurado diez años y existe una liga profesional.
Según Ángel cuando hace un año decidió probar el Quad Rugby no sólo le encantó sino que se dio cuenta de que era lo que necesitaba para levantar el ánimo y ocupar su tiempo: “Hoy, después de un año practicándolo he ganado un grupo de amigos, muchos buenos momentos y he perdido muchos quilos.” Para Sergi la mejora de su condición física y el poder compartir tiempo con sus compañeros son también sus principales motivaciones para jugar, además de que “me gusta el deporte de contacto.”
Y es que, para todos ellos la aventura ha merecido y merece la pena. Así, Ilian se proclama orgulloso como “jugador del primer equipo de Quad Rugby de Cataluña, un deporte muy dinámico que te inculca unos valores de superación día a día y una motivación extra para reunirnos tres veces por semana para entrenar y ¡formar parte de un grupo!”
El próximo sueño, unas paraolimpíadas. Porque el Quad Rugby es, de hecho, deporte paralímpico.
Si quieres más información sobre este deporte, ponte en contacto con los chicos de Quadrigas, el equipo de Aspaym Cataluña aquí: quadrigasbcn@gmail.com También puedes seguirlos a través de su página de Facebook .
Y aquí puedes encontrar información sobre el equipo del FLM de Madrid .
Fuente: Batec Mobility Blog